Los organismos comerciales europeos instan a la UE a abordar el incumplimiento del mercado en línea y las limitaciones de las reclamaciones ecológicas.
Paralelamente a las preocupaciones sobre el lavado verde bajo la Directiva de Declaraciones Verdes (GCD), las partes interesadas europeas están intensificando los llamados para una mayor rendición de cuentas en los mercados en línea, que se han convertido en canales importantes para que los productos que no cumplen con las normas eludan las regulaciones de la UE. Las asociaciones industriales y los grupos de consumidores sostienen que el auge del comercio electrónico ha provocado un aumento de productos inseguros y perjudiciales para el medio ambiente que evaden las normas de seguridad y cumplimiento de la UE.
La magnitud del incumplimiento se destacó en una reciente encuesta sobre compras misteriosas realizada por LightingEurope, que reveló que el 71 % de los productos de iluminación vendidos en línea en seis países de la UE no pasaron los controles regulatorios iniciales, y el incumplimiento aumentó al 95 % tras la inspección física. La falta de marcas CE, etiquetas energéticas inexactas y la ausencia de instrucciones de seguridad fueron problemas comunes. Las lámparas de repuesto GLS (Servicio de Iluminación General), LED domésticos estándar o bombillas fluorescentes compactas que reemplazan las luces incandescentes tradicionales, a menudo carecían de la información requerida sobre sostenibilidad y eliminación, incluidas las marcas WEEE (Residuos de equipos eléctricos y electrónicos). Estas deficiencias plantean riesgos potenciales para los consumidores y perjudican a las empresas de la UE que cumplen normas estrictas.
Los organismos comerciales están instando a la UE a responsabilizar a las plataformas en línea designándolas como “operadores económicos”, lo que las haría responsables de garantizar que los productos enumerados cumplan con los estándares de la UE si ninguna otra entidad con sede en la UE está involucrada. Esta propuesta busca exigir que los mercados verifiquen el cumplimiento de los proveedores, registren productos en esquemas de Responsabilidad Extendida del Productor (EPR) y mejoren la trazabilidad de los productos.
Una parte clave de este sistema propuesto es el Pasaporte Digital de Producto (DPP). Las partes interesadas de la industria sugieren que un DPP podría mejorar el cumplimiento al vincular los productos a bases de datos de la UE como SCIP para sustancias peligrosas, EPREL para etiquetas energéticas e ICSMS para vigilancia del mercado. Al crear un registro digital unificado, el DPP facilitaría controles en tiempo real sobre el cumplimiento de los productos, ayudando a evitar que los productos no conformes lleguen a los consumidores y mejorando la transparencia en toda la cadena de suministro.
El caso del mercado en línea Temu subraya la urgencia de una reforma. La Comisión Europea abrió recientemente un procedimiento formal contra Temu en virtud de la Ley de Servicios Digitales (DSA), investigando su cumplimiento de las normas de la UE, especialmente en lo que respecta a productos que no las cumplen. Con más de 92 millones de usuarios activos mensuales en Europa, Temu enfrenta un escrutinio sobre sus sistemas para prevenir la venta de productos ilegales, incluidos cartuchos de impresora y otros artículos regulados. El procedimiento tiene como objetivo evaluar si Temu está tomando medidas adecuadas para evitar que reaparezcan productos que no cumplen con las normas en su plataforma y si proporciona la información necesaria sobre el producto, el acceso a los datos para los investigadores y la protección del usuario según lo dispuesto por la DSA.
La situación de Temu ilustra un problema más amplio: si bien las ventas en línea están en auge, las principales plataformas a menudo están mal equipadas o no están dispuestas a hacer cumplir las normas regulatorias de la UE. Al instituir el PPD y reforzar la responsabilidad del mercado, la UE podría crear un panorama más justo para las empresas que cumplen con las normas y al mismo tiempo proteger a los consumidores de productos inseguros.
Al mismo tiempo, grupos industriales europeos están pidiendo revisiones del GCD, que prohibirían las declaraciones ecológicas en productos que contienen sustancias peligrosas. Organizaciones como A.I.S.E., CosmeticsEurope y APPLiA apoyan los esfuerzos para combatir las afirmaciones “verdes” engañosas, pero advierten que la redacción actual del GCD podría impedir inadvertidamente que las empresas promuevan productos genuinamente sostenibles. Por ejemplo, los compuestos naturales de los aceites esenciales o las enzimas de los detergentes, aunque potencialmente peligrosos en determinados contextos, suelen ser vitales para el perfil de sostenibilidad de un producto y se gestionan de forma segura según las normas vigentes de la UE, como REACH y RoHS.
Tanto el GCD como el impulso para regulaciones de mercado más estrictas reflejan el compromiso de la UE con la seguridad del consumidor y los objetivos ambientales. Sin embargo, los líderes de la industria advierten que medidas demasiado estrictas podrían sofocar la innovación verde y limitar el acceso de los consumidores a productos genuinamente sostenibles.
Con reformas a las declaraciones ecológicas y el cumplimiento del mercado en línea, respaldadas por el PPD, la UE podría fortalecer la transparencia y los estándares de productos en todo el mercado, promoviendo un entorno de consumo que respalde tanto la confianza como la sostenibilidad.