Una ONG francesa acusa a la OEM de obsolescencia programada en medio de crecientes demandas globales.
Hewlett-Packard (HP), la multinacional tecnológica estadounidense, se enfrenta a crecientes desafíos legales a nivel internacional. En el último desarrollo, la ONG francesa Halte à l’Obsolescence Programmée (HOP), o Detener la obsolescencia programada, ha presentado una denuncia formal ante el fiscal francés. La organización alega que HP ha implementado deliberadamente medidas de software en sus impresoras que limitan la funcionalidad de los cartuchos de tinta de terceros, obligando a los consumidores a comprar sus productos patentados.
HOP acusa a HP de obsolescencia programada, alegando que las actualizaciones de firmware de la empresa hacen que ciertos cartuchos sean inoperativos, incluso si son compatibles. En casos extremos, la ONG afirma que las impresoras de HP dejan de funcionar por completo cuando se detecta un cartucho que no es de HP. La investigación de HOP también denuncia que HP ha reducido el volumen de tinta de sus cartuchos y, al mismo tiempo, ha aumentado los precios, lo que ha llevado el coste de la tinta a 7.500 euros (7.871 dólares) por litro.
“Tras meses de investigación, hemos decidido informar al fiscal de las prácticas de HP, que consideramos escandalosas en 2024, pero sobre todo prohibidas en Francia”, afirma Laetitia Vasseur, cofundadora y delegada general de HOP. “Stop Planned Obsolescence denuncia las estrategias ilegales, injustas y agresivas de HP destinadas a incitar al consumo excesivo de los nuevos cartuchos de la marca. Estas prácticas son perjudiciales tanto para los consumidores como para el medio ambiente”.
Este desafío legal en Francia se produce en medio de una ola de demandas e investigaciones dirigidas a las prácticas comerciales de HP a nivel mundial. En noviembre de 2024, HP enfrentó una demanda colectiva de $5 millones (€4,77 millones) en California por su programa de suscripción Instant Ink. Los demandantes en el caso alegan que HP desactivó de forma remota las impresoras y los cartuchos cuando los clientes cancelaron sus suscripciones, lo que en la práctica dejó a los usuarios atrapados en el programa. Los críticos dicen que la política infringe los derechos de los consumidores y viola los principios del comercio justo.
A principios de este año, HP también fue acusada de prácticas anticompetitivas en los Estados Unidos. Las acusaciones incluían la implementación de actualizaciones de firmware que bloquean los cartuchos que no son de HP, una medida vista por muchos como un intento de eliminar la competencia en el lucrativo mercado de tintas para impresoras.
Además, una demanda colectiva de 2023 en los EE. UU. avanzó más allá de una moción de desestimación. Los demandantes argumentan que las impresoras multifunción de HP desactivan las funciones de escaneo y fax cuando los niveles de tinta son bajos, aunque estas funciones no requieren tinta. Los defensores de los consumidores afirman que este diseño obliga a los usuarios a comprar más tinta de forma innecesaria.
Dado que el estricto marco legal de Francia prohíbe la obsolescencia programada, el resultado de la denuncia de HOP podría sentar un precedente y poner de relieve las crecientes preocupaciones sobre la obsolescencia programada y las prácticas contrarias a los consumidores en el sector tecnológico.