Hagamos un poco de historia
Hace muchos años, la humanidad inventó computadoras. Esto creó la necesidad de producir impresiones con el propósito de comunicar y archivar. Las primeras impresoras estaban directamente conectadas con cables a gigantescas computadoras centrales costosas y virtualmente nadie, además de un administrador de sistemas, tenía acceso a cualquiera de ellas.
Con el correr de los años se sumaron el ordenador personal y la posibilidad de la mayoría de los trabajadores de oficina de obtener un propio sistema informático en su escritorio. Estos fueron los "buenos viejos tiempos" para los fabricantes de impresoras, ya que se creó un escenario de demanda de una impresora por persona. Sin embargo, muchos usuarios de computadoras tuvieron que poner sus archivos en disquetes y pedir prestada una impresora que estaba conectada a la computadora de otra persona para imprimir sus archivos, o caminar hasta un centro de reproducción e impresiones. Esto se conoce comúnmente como "red en zapatillas"(sneaker network), ya que los usuarios caminaban dentro de la oficina con disquetes, buscando compartir e imprimir archivos.
Más tarde, la red de área local (LAN – Local Area Network) de computadoras personales entró en boga y los usuarios pudieron compartir tanto archivos como impresoras y las “redes en zapatillas” quedaron en la historia. Sin embargo, los primeros trabajadores móviles con sus nuevas "PCs portátiles" (que posteriormente se transformaron en computadoras portátiles) todavía se enfrentaban al "no puedo imprimir" cuando estaban en la calle tratando de hacer negocios.
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